Abrazo de felicidad de Suárez y Forlán
Buenos Aires, Julio _24_RAM_ La selección de fútbol uruguaya hizo historia en el estadio Monumental de Buenos Aires al golear 3-0 a Paraguay en la final de la Copa América-2011, convertiéndose en la más galardonada del certamen continental con 15 títulos.
Los artilleros Luis Suárez, a los 11 minutos, y el delantero Diego Forlán, a los 41 y 89, fueron los autores del contundente triunfo de Uruguay que logró su tercera Copa América en Argentina, tras adjudicarse las ediciones de 1916 y 1987.
Suárez, goleador de la celeste con cuatro tantos, se posicionó en el mejor jugador de la final por su excelente rendimiento en los seis partidos que lo transformó en el más destacado de la Copa.
El equipo dirigido por Óscar Tabárez logró superar a Argentina, que tiene 14 títulos continentales.
Uruguay fue una aplanadora en la parte inicial, cuando anotó los dos goles, mientras en la etapa final se dedicó a administrar el resultado pese a atravesar por algunos sobresaltos, pero esperaba de contragolpe y así fue como Forlán sobre el filo del partido selló la contundente victoria.
La albirroja intentó reaccionar en la parte complementaria y avisó con un disparo del delantero Nelson Haedo Valdéz que desvió el portero Fernando Muslera y rebotó en el horizontal, pero no hizo mucho más para dar vuelta una historia que estaba escrita desde la primera etapa.
Paraguay frenó en la final un infrecuente recorrido que abarcaba sus cinco partidos anteriores sin haber logrado triunfo alguno, incluidas definiciones en tanda de penales en cuartos de final ante Brasil y en semis frente a Venezuela.
La celeste fue una tromba en la primera etapa que arrasó a la aguerrida selección guaraní y se fue al descanso con una clara diferencia 2-0, pero estuvo a tiro de llevarse al vestuario un resultado parcial más contundente.
Suárez, el mejor jugador de la Copa, mantuvo en vilo a la defensa albirroja con sus veloces apariciones y en una corrida letal abrió la cuenta a los 11 minutos luego de quitarse una marca con un disparo que pegó en el vertical derecho y entró en el marco del arquero Justo Villar.
Los dirigidos por Oscar Tabárez siguieron insistiendo con mortíferos contragolpes y al minuto 41 Diego Forlán lanzó un remate fortísimo que marcó el 2-0, cortando una racha personal de 13 partidos sin anotar con la casaca celeste.
Uruguay formó una columna vertebral con Diego Lugano en defensa, Egidio Arévalo Ríos en el centro y el duo imparable de Forlán y Suárez en ataque, que le anuló a Paraguay toda posibilidad de reacción.
Una jugada aislada tras un centro de Iván Piris que Nelson Haedo Valdéz desvió sobre el horizontal de Fernando Muslera al minuto 14, fue todo lo que presentó Paraguay en ofensiva en la primera etapa.
No le alcanzó al conjunto guaraní el acertado trabajo de Néstor Ortigoza en el centro del campo, porque el jugador de San Lorenzo de Argentina se quedó sin interlocutores para elaborar juego y Paraguay se dejó dominar por la impotencia.
La selección uruguaya, experta en este tipo definiciones, se llevo su decimoquinto título respaldada en una de las mejores delanteras del mundo, formada por Forlán y Suárez, pero sobre todo por un afiatado esquema de juego que mantiene sin fisuras desde el Mundial Sudáfrica-2010, cuando logró el cuarto puesto.
¡Uruguay campeón de América! Como ayer, como hoy, como siempre. La Celeste goleó a Paraguay 3-0 y, con 15 títulos, se convirtió en el seleccionado más ganador de la historia del fútbol sudamericano. En una fecha sugestiva, Uruguay dejó bien claro que es el papá de América. Merecido.
La figura oriental-y de la Copa- fue Luis Suárez, quien marcó el primero y enloqueció a la zaga guaraní. Además, ¡a Diego Forlán se le abrió el arco después de más de un año! (hizo dos y, junto a Héctor Scarone, es el máximo artillero de la historia del combinado con 31 conquistas).
Todos los futbolistas charrúas rayaron a gran altura. Merecido éxito celeste.
PARTIDO. Uruguay tuvo un comienzo de campeón: salió a avasallar a Paraguay… y lo logró.
Los de Tabárez le aplicaron un ritmo vertiginoso al encuentro y le llegaron por todos lados a un once guaraní superado en defensa.
Al minuto de juego, Suárez tuvo el primero dentro del área, pero Justo Villar logró desviar al corner. Fue el primer aviso.
Acto seguido, Diego Lugano conectó el saque de esquina de cabeza y el “1” guaraní volvió a salvar. El rebote le quedó a Sebastián Coates, quien volvió a cabecear, pero esta vez, cuando su disparo se metía, Néstor Ortigoza detuvo la pelota con sus manos. Un penal más grande que el Monumental, que Salvio Fagundes desestimó. Primer fallo del juez brasileño.
Lejos de apaciguar los ánimos, los uruguayos siguieron atacando, hiriendo por elevación, un apartado en el que los guaraníes solían destacarse y mucho.
Suárez, imparable, encontró a los 11´ el merecido primer gol de los nuestros: el salteño recibió un pase del “Ruso” Pérez y entrando al área sacó un tiro cruzado que venció a Villar. 1-0 y estaba más que justificado.
A los 19´, Fagundes volvió a fallar y perdonó a Barreto cuando este le aplicó un codazo a Martín Cáceres sobre uno de los laterales de la cancha.
Promediando la primera parte, el juego cayó en un pozo. Paraguay-que no generaba fútbol de ninguna forma- logró llevar momentáneamente a Uruguay a su juego: mucha fricción y pierna fuerte, que hizo que el “Ruso”, el “Pelado” y el “Mono” Pereira se ganaran tres amarillas casi consecutivas.
Las cosas fueron retomando el rumbo en la recta final de la primera etapa: Villar le atragantó el grito de gol a Forlán (32´), quien recibió una habilitación magnífica de Suárez, y el propio “9” la mandó afuera tras un caño de novela a Darío Verón.
Cuando el primer tiempo se moría, “Cachavacha” tuvo su premio, ese que buscaba desde hacía más de un año: el gol. Tanto que lo buscó y el Diego de los uruguayos que la mandó a guardar cuando más lo precisábamos: en la final de América.
Eso sí, todo el mérito en la jugada para Egidio Arévalo Ríos, quien le robó a Ortigoza una pelota en la salida y se la cedió a Forlán, quien solo tuvo que cruzarla para estampar el segundo.
Mucho más y mejor, la Celeste se fue gananciosa al descanso.
Paraguay, con más empuje que fútbol, salió a buscar el descuento, pero los orientales se mostraron siempre muy bien parados atrás y en el medio.
La más destacada a favor de la “Albirroja” fue un remate de Nelson Haedo Valdez (54´) que llegó a desviar Muslera y que luego devolvió el travesaño.
La tónica se repetía: con la pelota los guaraníes-sin dañar-, apostando a la contra y haciéndose fuerte en todo el campo los nuestros.
El ingresado Sebastián Eguren pudo cantar goleada promediando el complemento, pero Villar volvió a demostrar por qué fue la carta ganadora paraguaya en esta Copa.
Para el final quedó un penal no sancionado a otro de los ingresados celestes, Edinson Cavani, la búsqueda infructuosa de los de Gerardo Martino, el tercer gol uruguayo, obra de Forlán, que así igualó a Héctor Scarone como máximo artillero de la celestes con 31 tantos, y los minutitos que disputó Diego Godín, en lo que fue su primer juego en el certamen.