Venganza Consumada

Por León Bravo 

Hoy te voy a contar la verdadera historia por la que Televisa y TV Azteca no transmiten los Juegos Olímpicos de Río 2016 en territorio mexicano.

Todo inició cuando los pasos de un gigante furioso se encaminaron a liquidar a aquellos que osaron retar su fuerza y su poderío.

Dispuesto a hacerlos pagar muy caro su error, Carlos Slim se  abrió de capa para declararle la guerra al dueño de Televisa Emilio Azcárraga, y al propietario de TV Azteca Ricardo Salinas Pliego.

A principios de 2012, las televisoras más grandes de México se confabularon para realizar una especie de extorsión en contra del hombre más rico del mundo; pero su plan les salió contraproducente.

Resulta que en enero de ese año, Televisa y TV Azteca informaron a sus clientes que subirían en un cinco por ciento sus tarifas de publicidad.

El incremento, justo a todas luces para cubrir el ritmo inflacionario del país, fue parejo para todas las empresas que contratan un espacio para publicitar sus productos y servicios.

Cuando llegó la revisión de contrato para la empresa Telmex, propiedad de Carlos Slim, Televisa le informó al consorcio telefónico que el incremento para ellos no sería del cinco por ciento, sino del 20 por ciento.

Al conocer las demandas de Televisa, los compradores de medios de Telmex rechazaron semejante incremento, y en un movimiento estratégico que nunca antes habían intentado, se acercaron a TV Azteca para comprar tiempo comercial.

Para sorpresa de los ejecutivos de Telmex, TV Azteca propuso a la empresa de Carlos Slim la misma tarifa que Televisa pretendía cobrarle.

La guerra había iniciado: Azcárraga y Salinas Pliego unieron fuerzas para tratar de exprimir lo más que se pudiera a la empresa que más gastaba en publicidad televisiva en México.

Al ver que existía un claro contubernio entre Televisa y TV Azteca, Slim retiró de ambas televisoras toda la publicidad relacionada con el Grupo Carso, grupo que aglomera a todas y cada una de las empresas del multimillonario mexicano.

Sin decir mucho por un año, Slim buscó formas alternas para seguir anunciando sus marcas, pero fue hasta principios de 2013 que desató su furia contra Televisa y TV Azteca.

Antes de que iniciara el Torneo Clausura 2013 del fútbol mexicano, Slim se asoció con el Club Pachuca, que a su vez es dueño del Club León.

El primer golpe fuerte de Slim, ya como socio de los Tuzos y los Panzas Verdes, fue quitarle a TV Azteca los derechos de transmisión del Club León.

Fue entonces que Slim vendió los derechos de transmisión del León, a Fox Sports México, y por primera vez en la historia un equipo del fútbol mexicano desaparecía de la televisión abierta.

El golpe fue brutal para TV Azteca, ya que el León generaba ventas millonarias de publicidad para los canales de Salinas Pliego.

La sed de venganza de Slim, lo llevó a darle el golpe mortal a sus detractores.

En un movimiento sorpresivo que causó  conmoción en el mundo de los negocios, las comunicaciones y el deporte, Slim anunció la compra de los derechos de transmisión de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Fue así, como Slim le quitó a Televisa y TV Azteca su fuente de ingresos más grande, después de los Mundiales de fútbol.

Slim es ahora el único empresario con los derechos exclusivos para transmitir las olimpiadas en México, y el resto de Latinoamérica a través de su plataforma digital Claro TV.

Estocada genial del hombre más rico del mundo. Estocada que ha dejado desangrando a Azcárraga y Salinas Pliego, quienes ahora se arrepienten de haber despertado la furia de un verdadero gigante.