Y Ahora, ¿Qué?

LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Clarissa Martínez

Las elecciones del 2014 todavía están frescas, y sus consecuencias todavía no se sienten de lleno.

Pero en cuanto al tema migratorio toca, una cosa es cierta: desde que los republicanos en la cámara de diputados bloquearon completamente el avance de la reforma migratoria a mediados del 2014, la posibilidad de acción inmediata quedó en manos del Presidente Obama. El presidente prometió ejercer su legítimo poder ejecutivo para traer alivio al sistema migratorio—particularmente a las deportaciones y a la separación familiar—y ya es hora que lo haga.

La decisión del presidente de esperar hasta después de las elecciones fue alimentada por Senadores demócratas en un puño de estados conservadores que no querían enfrentar el debate migratorio en el contexto de la política electoral. Pero donde convino, los candidatos republicanos igual atacaron a los demócratas por apoyar la reforma migratoria y “la amnistía,” la cual utilizan como una mala palabra, sin importar que el proceso establecido por la propuesta bi-partidista aprobada en el senado era arduo y largo. La estrategia de postergar la acción del Presidente no funcionó. Los demócratas en cuestión perdieron de todos modos, y es posible que en Colorado la demora les haya costado una victoria. Ahí, los votantes Latinos hubieran votado en mayor número, pero la falta de acción presidencial, combinada con un candidato demócrata que no exaltó su lucha por la reforma migratoria o la oposición de su contrincante, dejo a nuestros votantes menos entusiasmados.

Y ahora, ¿qué? El Senado pasará a liderazgo republicano. Con eso, al menos por los próximos dos años, ambas cámaras del congreso estarán bajo mando republicano. El presidente ha reafirmado que actuará antes de fin de año, y se ha desatado una batalla política campal. Los republicanos dicen que ahora si van a hacer algo, pero que si el presidente actúa, entonces no. El problema con ese argumento es que no hay nada que impida a los republicanos—ayer, hoy o mañana—aprobar una propuesta de ley sobre reforma migratoria. Esa ha sido la situación particularmente en los últimos dos años, cuando los diputados republicanos hubieran podido enmendar y aprobar en su cámara la propuesta bipartidista aprobada por el senado, y por fin empezar a solucionar este asunto.

Es hora de darle avance no a la política, sino al poder, precedente y prioridad de actuar del presidente. Aun cuando solo el congreso puede pasar leyes y una residencia permanente, el presidente puede crear un proceso similar al programa DACA (por sus siglas en inglés, Acción Diferida para los Llegados en Infancia, que permite a jóvenes indocumentados con record limpio pueden aplicar para un permiso temporal renovable con acceso a permisos de trabajo), pero que cubra a un mayor número de personas indocumentadas que han estado contribuyendo a sus comunidades y no tienen record criminal.

La mejor manera de lograr que el congreso por fin avance leyes en este tema es darles un empujón. La acción del presidente será ese empujón, y traerá alivio a la comunidad y beneficio económico al país mientras tanto. Y nuestra comunidad estará muy al tanto de quien apoya o pelea esta acción. Es hora de actuar.

Clarissa Martínez-DeCastro es vicepresidente del Consejo Nacional de La Raza