Por Alexandra Mendoza
La depreciación del peso mexicano frente al dólar ha tenido un impacto negativo en los bolsillos de la comunidad fronteriza.
Por un lado, el poder adquisitivo al sur de la frontera se ha visto mermado ante esta devaluación, lo que ha tenido efecto en comercios estadounidenses que dependen en gran parte de dicha clientela.
Esta semana, la divisa norteamericana roza el máximo histórico de 18 pesos por unidad en casas de cambio, una depreciación de aproximadamente 17 por ciento en comparación al año anterior.
