<p> <img loading="lazy" src="/sites/default/files/2019/02/sad-xolos-fans-by-mario-a-cortez-watermark-1-300x200.jpg" alt="" width="300" height="200" class="alignright size-medium wp-image-49610" srcset="https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2019/02/sad-xol… 300w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2019/02/sad-xol… 1024w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px"></p>
<p>Cuando la pasión desaparece, el amor se acaba.</p>
<p>Ninguna relación puede sobrevivir de sentimientos pasados, de promesas guardas en el álbum de los recuerdos, de promesas que se las ha llevado el viento.</p>
<p>Cuando se rompe la magia del primer beso, de la primera emoción, del primer éxtasis, hay que trabajar muy fuerte para que los lazos emocionales se mantengan vivos.</p>
<p>La monotonía lleva a la aburrieron y de ahí al alejamiento, de eso no hay duda.</p>
<p>Hace mucho que no visitaba la ciudad de Tijuana, tres años para ser exacto.</p>
<p>El fin de semana pasado me di una vuelta por aquella ciudad fronteriza y en mi recorrido noté que el amor por los Xolos se ha esfumado.</p>
<p>Recuerdo que cuando ascendió a la Primera División, el equipo de futbol se tornó en el eje central de la sociedad tijuanense que estaba sedienta de experimentar situaciones positivas.</p>
<p>En esa época, los colores rojinegros tapizaban cada una de las esquinas de Tijuana.</p>
<p>Toldos con la figura del perro azteca que es la mascota del club adornaban muchos de los negocios de la ciudad.</p>
<p>Anuncios espectaculares en las avenidas principales alentaban al equipo a ganar y a los aficionados a asistir al Estadio Caliente.</p>
<p>Muestras de amor, pasión y devoción por los Xolos se veían por toda la ciudad, pero de eso ya no queda nada.</p>
<p>Los cambios constantes de entrenadores y la salida permanente de jugadores han hecho que el equipo haya perdido identidad y que los residentes de Tijuana ya no lo reconozcan como símbolo de unidad.</p>
<p>Los Xolos no solo han perdido calidad dentro de la cancha sino que han dejado que el idilio con sus aficionados haya fenecido.</p>
<p>En Tijuana ya no se habla de los Xolos, ya no se siente el orgullo de tener en casa un equipo de Primera División.</p>
<p>Tras el campeonato obtenido en 2013, el club cayó en un conformismo que con el tiempo se transformó en apatía.</p>
<p>El equipo ya no emociona, ya no ofrece espectáculo, ya no gana, ya no ilusiona.</p>
<p>La directiva del cuadro rojinegro ha equivocado el camino al darle más prioridad a las transacciones financieras que al aspecto deportivo.</p>
<p>Cuando un jugador comienza a descollar, los dueños de los Xolos ponen a ese elemento en la vitrina para promocionar su venta inmediata.</p>
<p>La directiva del club nunca ha pensado en conservar a aquellos futbolistas que le pueden dar brillo, triunfos y campeonatos a Tijuana.</p>
<p>La buena época del equipo fue precisamente cuando los propietarios respetaron al núcleo de jugadores que con su gallardía enamoró a propios y extraños.</p>
<p>El día de hoy, el equipo de Tijuana se ha convertido en puerto de llegada de mercenarios que no llevan en las venas y el corazón los colores del equipo.</p>
<p>El amor entre la ciudad de Tijuana y los Xolos ha muerto, y generalmente, los amores muertos no vuelven a florecer.</p>