Commentary

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<p>El origen etimológico del término “premonición” deriva de la palabra latina “praemonitio”, que puede traducirse como “advertencia o vaticinio”. </p>

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<p>Lejos de que el gobierno presente con claridad sus programas, prioridades y acciones a realizar el próximo año, y último de la administración, se observa con preocupación algo peor que la simple reacción a los escenarios de coyuntura que se registran semana a semana. Ya sean fenómenos naturales o el resultado de las ineficientes y descuidadas obras de autoridades responsables; o mejor dicho irresponsables.</p>

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<p>Después del temblor del pasado 19 de septiembre que cimbró varios Estados de la república, con efectos particularmente dañinos en la Ciudad de México, el paso obligado es plantear la reconstrucción a partir de diferentes criterios, quizá el más importante sea la recomposición del presupuesto de egresos del año venidero. Por lo menos, esa prioridad se instaló en el discurso oficial según lo declarado recientemente por el Secretario de Hacienda.</p>